domingo, 31 de octubre de 2021

Soltar las riendas

 No sabía que lo estaba haciendo tan mal.

No sabía que mi manera de amar estuviera tan errada.

Honestamente, cuando lo escuché, sentí un escalofrío recorrerme el cuerpo.

Me quedé paralizada. Helada por la honestidad de sus palabras. 

Sólo asentí con la mirada a cuestas. 

Sólo sentí el peso de mil piedras. 

Me derramé en mi propio interior. Ni siquiera lágrimas pude soltar. 

Entonces supe que todo este tiempo miré desde mi centro. Desde el amor que sentía. 

Ese amor que le estaba dañando.

Ese amor que se estaba convirtiendo en cadenas.

Hoy debo soltar las riendas.

Hoy debo dejar de llevar este amor a cuestas.

Hoy debo amar el presente.

Hoy debo soltar el futuro.

Hoy debo mirarte como eres.

Hoy debo amarte como quieres. 

lunes, 31 de mayo de 2021

22

Me miraste sin voltear. 

Me atrapaste en un instante que deseo perpetuar.


Dormir acompañada ahora es la mejor idea. 

Quedarme entre tus brazos, como reposar en la marea. 


Mirarte a los ojos y esperar que sonrías.

Esa carita tuya es la que quisiera ver todos los días. 


Cuando reímos juntos, me encantas.

Me gusta que ni la risa te aguantas. 


Tomar tu mano es mejor que una ducha de agua caliente. 

Pero casi tan indescriptible como cuando me besas en la frente. 


El esfuerzo por nosotros. 

Las ganas de que este camino sea, y no haya otro.


Me encanta quién eres. 

Contigo disfruto hasta el más simple de los placeres.


Tu paciencia y compañía.

La tranquilidad de saber que están juntas tu vida y la mía.

martes, 17 de noviembre de 2020

Volví a escribir I

Volví a escribir. Aunque ahora no estabas. 

Volví al lugar en el que he estado tantas veces.

Volví al sitio donde me han visto nacer.


Volví a escribir. A saciar mis dedos con las teclas.

Volví a buscar rimas donde sólo hay tinieblas. 

Volví a encontrarme en el mismo papel. 


Volví a escribir. Porque el silencio también condena. 

Volví para zafarme de estas cadenas. 

Volví porque siempre es la mejor manera de curar las penas.


Volví a escribir. Y esta vez no eras poesía. 

Volví porque una hoja en blanco es, para mí, la mejor guía. 

Volví aunque la tristeza esta vez dormía. 


Volví a escribir. A sanarme de la felicidad. 

Volví a ensuciarme de la soledad. 

Volví por simpatía o por necedad.


jueves, 6 de febrero de 2020

Perdido.

Vagando en la neblina. Buscando algo que no sabe qué es.

Nada le devuelve la alegría. A veces le parece que vive en una ironía.

Los escombros del ayer caen sobre su espalda. Día con día vive al ras de la pared, cuidando no ensartarse la espada.

Sin intenciones y sin ilusiones. Lo único que le motiva a seguir son las canciones.

Mirando lejos sin prestar atención. A veces prefiere meter los problemas dentro de cualquier cajón.

Cobarde de historias futuras. Seguidor fiel de las amarguras.

Sin tinta ni letras que para vivir le alcancen. Dentro de un bucle infinito, esperando no cansarse.

Manías destructivas en su habitación. Y noches eternas gastando el colchón.

Amores sin tregua le gusta tomar. Para no quedarse en la soledad.

Enredo mental de falsas disculpas. En las sombras se oculta, pues todo es su culpa.



martes, 4 de febrero de 2020

Cansancio.

Cansancio de la voluntad. Porque ya no quiero seguir poniendo mis ganas en donde no hay motivación.

Cansancio de las intenciones. De sostener ilusiones que no me quedan bien.

Cansancio del interés. Porque nadie merece sujetarse a una cuerda roída.

Cansancio de la empatía. De ponerme en el lugar de otro, antes que en el mío.

Cansancio de la condescendencia. Porque no tengo que justificar nada que me haga daño.

Cansancio de la comprensión. De que nadie la tenga conmigo.

Cansancio de las expectativas. Porque leí mensajes en donde sólo había rayones.

Cansancio de las disculpas. De que sirvan como chantaje, de que funcionen como anclaje.

Cansancio de la ambición. Porque no hay suficiente; porque aunque lo haya, yo siempre quiero más.

Cansancio del apego. De necesitar esa compañía que se derrama por doquier.

Cansancio del insomnio. Porque nadie merece noches en vela; porque creí que tú sí.

Cansancio de la intermitencia. De esperar que hoy sí; que mañana también, que siempre.

Cansancio de la indiferencia. Porque estoy exagerando; porque te parece que necesito atención.

Cansancio de los recuerdos. De esos cimientos de arena que me hacen caer sin piedad.

Cansancio de los intentos. Porque no puedo con todo. Porque no quiero llevar todo.

Cansancio de ti. De tus falsos arrepentimientos. De tu conveniencia. De tu indecisión.

lunes, 21 de octubre de 2019

Fuimos.

Todo lo que un día deseamos.

Lo que pedíamos a la vida en las noches de estrellas.

Lo que mejor nos caía en las tardes frías.

El cariño que proyectan en las películas.

Cómplices de ilusiones inciertas.

Afiches de amor de verano.

Ilusos de un futuro sin presente.

Amantes de las conversaciones largas.

Danzantes del reggae en las noches de lluvia.

Negociantes de caricias tímidas.

Inquilinos de un amor ambulante.

Paisanos de un sentimiento devastador; fuerte.

Cobardes de las decisiones.

Expertos en las emociones.

Eso fuimos.

Por si no funciona.

Voy a quererte hoy; con toda el alma.
Voy a cuidarte como si no supieras hacerlo tú.
Voy a escucharte aún en tu silencio.
Voy a compartirte lo que soy.

Por si no funciona.

Y te miraré cada vez que pueda.
Y te extrañaré cada que te ausentes.
Y te admiraré por cada logro tuyo.
Y te entenderé cuando necesites calma.

Por si no funciona.

Haré que te rías a carcajadas.
Haré que confíes en mí.
Haré de tus nudos un moño.
Haré de tu voz un dibujo.

Por si no funciona.

Te voy a abrazar muy fuerte.
Te voy a contar mis ilusiones.
Te haré parte de mi vida.
Te dejaré huir de mis exageraciones.

Por si no funciona.

Por si al final te vas.

Por si no te quedas.

Por si todo se acaba.

Te querré con el alma.

Por si no funciona.