lunes, 17 de septiembre de 2018

Sí.

"...lo que sucede con los deseos del corazón
es que tu corazón ni siquiera sabe lo que
desea hasta que lo tiene enfrente."

Sí. Porque lo que siento es alegría. 

Sí. Porque lo que quiero es darte compañía. 

Sí. Porque no importa la agonía. 

Sí. Porque no habrá razón por la que huiría.

Sí. Porque no tengo lugar para la cobardía.

Sí. Porque todas las metas junto a ti cumpliría.

Sí. Porque todos tus miedos apaciguaría. 

Sí. Porque sobre tus hombros me abalanzaría.

Sí. Porque ante la neblina tu mano sostendría.

Sí. Porque tantas palabras jamás alcanzarían. 

17

11 A.M. ¿Por qué no has llegado? ¿Es, acaso, que no sabes cuánto te extraño? ¿Y si ya no quieres verme? ¿Me veo linda?

Llamaste. ¡Oh, ahí estás! Qué bien te quedan esos lentes de sol. Qué bien luces con tu camisa tradicional. Qué bonito sonríes cuando me miras. ¿En qué momento te he querido tanto?

Nunca voy a olvidar el aroma en tu auto... Huele a tu presencia. Hoy me recuerda tu ausencia. Pero seguirá, siempre, funcionando como anestesia.

Ya vamos, en camino a recorrer el mundo. Qué bien se siente el viento en la cara, cuando te da con tanta honestidad. Qué bien luce la carretera cuando te diriges hacia la inmensidad.

Nos perdimos... Nunca sentí tanta tranquilidad al no saber en dónde estaba. Nunca pensé disfrutar tanto de un paisaje desconocido... Nunca pensé estar tan feliz avanzando casi sin rumbo.

Muchas vueltas. Casi tantas como las que sentí en mi corazón. Llegamos. Qué rica malteada. Qué dulce tu voz.

Sujetas mi mano como si fuéramos los dos contra todo. Como si quisieras sacarme del lodo. Qué fortuna reír a tu lado. Qué paz mirarte feliz.

Los altos en el semáforo me dejan mirar bien la forma de tus cejas. Lo profundo de tus ojos. Lo sublime de las curvas tus labios.

Qué metódico eres. Qué armónico sientes.

Me gusta escuchar tus historias. Me gusta aprender de ti. Me gusta escuchar lo que sabes, sostener tu mano, y decirte sonriendo que "sí".

Qué inteligente eres. Qué exigentes seres.

"¡Salud!" con agua mineral y maracuyá. Salud por esta vida que tanta alegría me da.

El camino parece largo. Pero no tengo prisa, no importa el retardo.

Te canto sin sentido. Espero te haya parecido divertido. Te abrazo y te miro. ¿En qué momento nos convertimos en todo, todo lo que siempre quisimos?

Dos vueltas torpes. Dos besos nobles.

Seis horas dobles. Un corazón enorme.

jueves, 13 de septiembre de 2018

Cuantitativo

¿Cuánto cuesta abandonar lo que tanto has querido? ¿Cuánto tiempo debe pasar para olvidar la tristeza que has sentido? ¿Y dónde está la solución que, según dicen, está en mis manos? ¿Quién me robó la realidad en la que creí todo este tiempo? 

¿Cómo se suelta lo que no se tuvo? ¿Cómo se sujeta lo que soltaste? ¿Cómo se olvida lo que te arma? ¿Cómo se olvida lo que no se buscó? ¿Cómo se encuentra lo que ya buscaste? 

¿Qué hay de los besos? ¿En dónde resuenan las risas? ¿Dónde se guardan los gestos? ¿Quién nos robó las caricias?

¿Los sentimientos hacen eco? ¿Las mentiras tienen porqués? ¿La razón existe en el sentimiento?

¿Y qué hay de los planes? ¿Dónde están los días que consideramos normales? ¿Y por qué el amor no fue la cura a todos nuestros males?

¿Y si no fue verdad? ¿Y si sólo me lo inventé? ¿Y si al final fue un intento más por abatir la soledad? ¿Y si la vida no tuvo espacio para un "nosotros"?

¿Y si fuimos conformistas? ¿Y si al final no quisimos lo suficiente? ¿Y si no existimos jamás?