miércoles, 28 de diciembre de 2016

Me emociono, luego existo.

Es bien fácil querer ir con calma, y tropezar. Es más fácil hacerse el desconfiado, y ceder ante una ilusión. Es sencillo responder, y hasta corresponder. 

La facilidad con la que las emociones nos enredan en el paracaídas y nos sueltan de pronto, es increíble. Las emociones son vuelo y precipicio; son lo que te hace confiar desde el principio. 

La forma de las palabras hace que parezca que tienen contenido; hace que se sienta como si el tiempo se hubiera detenido. El intercambio emocional se convierte en un ritual satánico cuando las envolturas vuelan, y los paquetes van vacíos. 

La desilusión se burla de nuestra convicción, de nuestra decisión. Las emociones son nuestra libertad y nuestra sentencia... A veces son tan sólo parte de la apariencia; y otras sólo víctimas de la evidencia.

Encuentro en ellas la marea que me hace sentir adrenalina y mantenerme expectante; encuentro en ellas la forma más fácil de desesperarme.

jueves, 22 de diciembre de 2016

Intriga emocional

Eres intriga emocional; de ésa que te inspira un sueño, pero no te deja dormir; de la que te mantiene despierto, pero sin poder percibir con claridad. 

Somos exageración conjugada, somos intenciones en concordancia. Me gusta saberte sincero, me gusta pensarte así. Me gusta cuando me escribes, y nos entregamos porque sí. 

No tengo certeza de nada, pero no me asusta del todo. Quiero pensar que somos reales aún en lo intangible; quiero pensar que nuestros sentimientos pueden ser legibles.

Me emociona pensarte, ¿sabes? Y aunque hay cosas que todavía no comprendo, me gusta hacerlo. Me asusta pensar que sea todo vanal, que nuestros pensamientos estén fuera de lugar.

Eres intriga emocional y esto es raro que pase. Eres un gusto irracional que no quisiera que se acabe.


sábado, 17 de diciembre de 2016

Te odio.

Me llamaste, y el arrepentimiento te hizo colgar. No entiendo por qué permito que eso me afecte; pero el cuestionamiento se nubla cuando recuerdo quién eres tú. 

No sé con qué propósito apareces de repente, y generas un caos. No entiendo por qué después huyes y finges que nada pasa. No entiendo tus motivos, pero te odio. 

Te odio porque me importas.

Te odio porque todavía te pienso. 

Te odio por cómo eres. 

Te odio porque me gustas. 

Te odio por tu intermitencia. 

Te odio por tu fascinante personalidad. 

Te odio porque te alejas.

Te odio por tu inteligencia. 

Te odio porque aún estás.  

Te odio porque te fuiste. 

Te odio porque no vuelves. 

Te odio porque, aún después de todo, lo que más odio es no estar contigo. 

viernes, 9 de diciembre de 2016

Querer

¿Es masoquismo o genuinosidad? ¿Intento fallido o batalla victoriosa? ¿Intensidad o inmensidad? Querer no funciona como adjetivo. Querer es una situación retórica en la sensatez humana.  

Querer es un acto violento de valentía; un intento desesperado por percibir el sentimiento en un fervor casi necesario; la burla de nuestros instintos al hacernos vulnerables. 

Para querer hay que ser inteligentes, hay que saber querer, porque puede ser fianza, o puede ser sentencia. ¿Pero realmente hay algo que pueda enseñarnos a querer? Como dicen, "echando a perder, se aprende"; y eso es un problema cuando solamente fuimos dotados de un corazón.

Para querer, querer en serio, no hay medias tintas ni segundas vueltas. Es una página en blanco, que puede quedar escrita indeleble, o ser un boceto. La intención se manifiesta, de forma tangible o intangible... O a veces no. Sólo desvarío. 

A veces quisiera ser como los valientes,  quienes pueden ir de un lado a otro regalando amor, regalando emociones, sin dejar el corazón en ningún lado. Pero no; mi corazón está acostumbrado a hacer mudanzas. 




jueves, 8 de diciembre de 2016

Gracias

No creía en eso de que "el tiempo pasa volando", hasta que te conocí. Fue poco el tiempo que pudimos compartir,  realmente, a pesar de que siempre estuvimos ahí: uno al lado del otro; y aún así, sé que te echaré de menos. 

Para todos fue novedad mi interés en relacionarme contigo; para nadie fue secreto que nos entiendimos. Desde el principio supe que eres de alma buena; de esas que todavía encienden la luz.

No fuimos nada fuera de «lo normal», pero estoy convencida de que no la pasamos nada mal. Nos faltaba tiempo para platicar; nos falta, y nos seguirá faltando...

Tu risa sincera resuena entre nuestras fotos; como si el momento se repitiera una y otra vez entre nosotros. Tu inteligencia, tu paciencia, tu sensatez, tu perspicacia, tu espontaneidad, y tu introversión, son mi amnesia y mi sentencia; lo que siempre me gustó de ti.

Hoy te vas, y puede que volvamos a vernos. O tal vez no. La incertidumbre es testigo de nosotros, de mí. Gracias por haber llegado a mi vida; gracias por permitirme estar ahí; gracias por darme un motivo más para escribir. 



sábado, 3 de diciembre de 2016

Quiero escribir(te).

Quiero escribirte y que me falten las letras. Quiero escribirte y que las páginas sigan quietas. Quiero escribirte a base de muecas. 

Quiero escribirte sobre los párpados antes de dormir. Quiero escribirte y que dejes de sentir ganas de huir. 

Quiero escribirte como lo hacen los poetas; entre risas y con las manos quietas.  Quiero escribirte hasta que ya no haya tinta; aunque parezca que se ha acabado la cinta. 

Quiero escribirte una noche, y que la leas al amanecer. Quiero escribirte sin que me tengas que pertenecer. 

Quiero escribirte, y me dejas sin palabras. Quiero escribirte, y de pronto te acabas.

Quiero escribirte historias de las que ya casi nadie cuenta. Quiero escribirte, y no hay necesidad de que mienta; porque quiero escribirte hasta que mi corazón ya no sienta.  

viernes, 2 de diciembre de 2016

Existes en mí todavía. Siempre.

Las personas llegan a nuestra vida y a veces nos toman por sorpresa. Así llegaste tú. Hablar, y encontrarnos en cada conversación es un regalo que guardaré en mi memoria; saberte en la simpleza y en la complejidad, en lo cotidiano, en la causalidad. 

Me regalas fotos, me regalas risas; me regalas páginas bien escritas. La brevedad es condena y ventura entre nosotros, es motivo de nuestra gravedad; y de la levedad de tu sentir.

El tiempo nos mide, y no al revés. Encontramos palabras sin usar, convergemos entre miradas. Los retratos nos hacen eco, nos dejan perpetuidad ante las prisas.

Eres compañía de ratos cortos, pero duraderos; de momentos verdaderos. Somos cómplices de una foto sin descripción; de una historia, de una ilusión.

En apariencia lo somos todo; la realidad es que seguimos volátiles, inhábiles. Interpretarnos al mirar es nuestro pasatiempo, y concretar metáforas se convirtió en especialidad.

Los recuerdos no bastan, ni se gastan. Existes en mí todavía; existes,  aunque quizá mañana ya no estés.