Fuimos cúmulo de ilusiones desde los albores, sin pensar en que poco a poco éstas se llenarían de sinsabores.
Tuvimos historia, y prometimos ser nada más nosotros dos los actores. Dejamos de lado nuestro sentir, y nos convertimos en vectores.
De un momento a otro perdimos los valores... Nos fuimos quedando ciegos, nos convertimos en tumores.
Lo que menos deseo es llenar nuestra historia de rencores, de falsas expectativas y de decisiones a causa de rumores.
Pienso en un amor puro, sin favores, pero cada vez lo veo menos cerca, pues hemos cometido muchos errores.