Tengo la mala costumbre de creer que la gente es sincera como yo lo soy con ellos; tengo la mala costumbre de acostumbrarme a alguien con quien siento que me entiendo.
Tan pronto te di mi confianza, la destruiste como si fuera un pedazo de papel; tan pronto me mostré cómoda contigo tuviste que echarlo a perder.
Teníamos charlas largas, de principio y sin final; teníamos risas constantes y encuentros involuntarios. Teníamos ganas de obtener nuestro propio afán que, pensé, era el mismo; pero no.
Todo lo que hicimos atrapados en las letras, o en el sonido del auricular, queda perdido entre las noches y el azar; entre las ganas de no volver a conversar.
Te desapareciste como una moneda en el mar; te desapareciste como si tuvieras miedo de sentir de verdad.
Tu decisión fue alejarte; y hoy te agradezco que te hayas ido, antes de que comenzara en serio a quererte.
Tan pronto te di mi confianza, la destruiste como si fuera un pedazo de papel; tan pronto me mostré cómoda contigo tuviste que echarlo a perder.
Teníamos charlas largas, de principio y sin final; teníamos risas constantes y encuentros involuntarios. Teníamos ganas de obtener nuestro propio afán que, pensé, era el mismo; pero no.
Todo lo que hicimos atrapados en las letras, o en el sonido del auricular, queda perdido entre las noches y el azar; entre las ganas de no volver a conversar.
Te desapareciste como una moneda en el mar; te desapareciste como si tuvieras miedo de sentir de verdad.
Tu decisión fue alejarte; y hoy te agradezco que te hayas ido, antes de que comenzara en serio a quererte.
No hay comentarios:
Publicar un comentario