Es bien fácil querer ir con calma, y tropezar. Es más fácil hacerse el desconfiado, y ceder ante una ilusión. Es sencillo responder, y hasta corresponder.
La facilidad con la que las emociones nos enredan en el paracaídas y nos sueltan de pronto, es increíble. Las emociones son vuelo y precipicio; son lo que te hace confiar desde el principio.
La forma de las palabras hace que parezca que tienen contenido; hace que se sienta como si el tiempo se hubiera detenido. El intercambio emocional se convierte en un ritual satánico cuando las envolturas vuelan, y los paquetes van vacíos.
La desilusión se burla de nuestra convicción, de nuestra decisión. Las emociones son nuestra libertad y nuestra sentencia... A veces son tan sólo parte de la apariencia; y otras sólo víctimas de la evidencia.
Encuentro en ellas la marea que me hace sentir adrenalina y mantenerme expectante; encuentro en ellas la forma más fácil de desesperarme.
Es por eso que son tus vicios emocionales.
ResponderEliminarTus palabras tan expresivas me fascinan Patty, saludos.
Fernando, muchas gracias por pasar al blog, y por tu comentario. Espero te tengamos de vuelta en algún otro puñito de letras. Saludos. :)
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