jueves, 8 de diciembre de 2016

Gracias

No creía en eso de que "el tiempo pasa volando", hasta que te conocí. Fue poco el tiempo que pudimos compartir,  realmente, a pesar de que siempre estuvimos ahí: uno al lado del otro; y aún así, sé que te echaré de menos. 

Para todos fue novedad mi interés en relacionarme contigo; para nadie fue secreto que nos entiendimos. Desde el principio supe que eres de alma buena; de esas que todavía encienden la luz.

No fuimos nada fuera de «lo normal», pero estoy convencida de que no la pasamos nada mal. Nos faltaba tiempo para platicar; nos falta, y nos seguirá faltando...

Tu risa sincera resuena entre nuestras fotos; como si el momento se repitiera una y otra vez entre nosotros. Tu inteligencia, tu paciencia, tu sensatez, tu perspicacia, tu espontaneidad, y tu introversión, son mi amnesia y mi sentencia; lo que siempre me gustó de ti.

Hoy te vas, y puede que volvamos a vernos. O tal vez no. La incertidumbre es testigo de nosotros, de mí. Gracias por haber llegado a mi vida; gracias por permitirme estar ahí; gracias por darme un motivo más para escribir. 



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